Monday, April 11, 2011

El sistema educativo mexicano contemporáneo (o donde perdimos el rumbo).

Históricamente han existido diversas situaciones políticas, ideológicas, sociales, culturales, militares y financieras que han dificultado el establecimiento de un sistema educativo auténticamente nacional y hoy en día contamos con uno de los sistemas educativos mas debilitados en la historia moderna.

Si bien con la implementación de los ideales revolucionarios se enriqueció el quehacer de las instituciones educativas mexicanas al ampliar el campo de acción de las mismas, en los últimos 40 años el sistema educativo se ha tornado como la encomienda provisional de políticos que ante la falta de una mejor posición dentro del gabinete del presidente en turno, reciben como premio a sus servicios patrióticos y encomiable lealtad, el puesto de secretario de educación volviéndolo poderoso bastión de funcionarios incompetentes y corruptos.

Hay que recordar algunos de los nombres de los más “recientes” secretarios de educación, ahondar un poco en sus trayectorias y compararlos con las biografías y trayectorias de aquellos que construyeron y consolidaron el primer modelo educativo mexicano exitoso; y encontraremos que los vacios personales de políticos como Miguel González Avelar, Manuel Bartlett Díaz, Ernesto Zedillo, Fernando Solana, José Ángel Pescador, Fausto Alzati, Miguel Limón Rojas, Reyes Taméz Guerra, Josefina Vázquez Mota y el recientemente nombrado Alonso Lujambio han generado y están gestando (esto ultimo por Lujambio) grandes vacios institucionales por ser personas que distan de poseer la trayectoria y la preparación que requiere el responsable de las políticas educativas de un país.

El cáncer (y aplica pues se trata de un mal que se genero focalmente en el seno de un sistema y terminó por hacer metástasis) de nuestro sistema educativo radica en algunos puntos como entregar el cargo de secretario de educación a gente políticamente incompententes y con una clara incapacidad para desmantelar el oprobioso y empobrecedor sistema de relación institucional entre la SEP y el SNTE que solo permite adquirir poder político a razón de 60 millones de dólares anuales por cuotas sindicales, con influencia para crear un partido político (Nueva Alianza)para atar de manos a presidentes y dirigentes de otros partidos (ya no digamos secretarios de educación), para designar (fuera de cámaras) a directores de la lotería nacional (que ahora son investigados por ser sospechosos de cometer algunos delitos) y del ISSSTE entre otras cosas.

El favorecer el sistema clientelar para la asignación de plazas docentes, los malos salarios de profesores, el establecer la eficiencia terminal como un parámetro de éxito del trabajo educativo sin importar el aprovechamiento de los alumnos, la disminución constante en inversión del gobierno federal en educación e infraestructura educativa (para incremento y mantenimiento de la misma), la falta de calidad en contenido de libros de texto, la supresión o disminución de horas clase de algunas materias de algunos grados de los niveles de educación básica (temporalmente o actualmente vigentes) como civismo, física, matemáticas, biología, química, la intervención de organismos calificadores particulares con cuestionados criterios de evaluación de la educación (CENEVAL), la constantes campañas de desprestigio en contra de la educación pública de nivel medio superior y superior y la existencia de un modelo económico administrativo que se encarga de otorgar los apoyos económicos y dádivas salariales a los investigadores del país y a sus proyectos (y sin mencionar a sus estudiantes de posgrado) han terminado sofocar la confianza y desarrollo no solo de los rubros educativos del país y también la generación de conocimiento, y recursos humanos altamente calificados que permitan desarrollar ciencia de calidad y en grandes cantidades y por supuesto tenemos como consecuencia el pobre desarrollo de tecnología propia.

Esto es consecuencia de los dos grandes cacicazgos consecutivos al interior del SNTE, Carlos Jonguitud Barrios (1974-1989) y Elba Esther Gordillo (1989-¿?) y sumados a la ineptitud de los secretarios de educación pública (sé que es reiterativo pero no es personal), han terminado por anquilosar un sistema que debe ser dinámico, propositivo, conciliador; retomando y reencauzando los ideales educativos de los pensadores, intelectuales y profesores que han participado en diferentes etapas en la construcción de una institución y su infraestructura que tiene como responsabilidad el dirigir las políticas educativas sin que estén de por medio el interés particular de líderes y políticos que se sujetan a lo económico y el poder. Los intereses políticos han impuesto al sistema de educación directrices concebidas en organismos internacionales que fundamentan sus criterios educativos en modelos económicos y políticos que distan de la realidad mexicana, y que hoy en día por los sucesos que acontecen dichos modelos se encuentran en una profunda crisis.

Como hoy sabemos, en las últimas décadas la generación de conocimiento se ha revolucionado, el surgimiento de nuevas necesidades como resultado de los avances tecnológicos, lo que obliga a tener un sistema educativo integrado por instituciones, autoridades y recursos humanos dinámicos que asuman sus obligaciones lejos de los intereses de particulares y de sindicatos, y que vean la realidad de una sociedad y gobierno sumidos en un proceso de globalización donde la demanda educativa se incrementa que invite y motive la inversión en infraestructura, acerque nuevamente a educadores, pedagogos, intelectuales, al rediseño y construcción de nuevas directrices educativas.

El Sistema Educativo Mexicano. http://www.astromonos.org/public

Thursday, March 3, 2011

El sistema educativo en México







Educación

El derecho de los niños, niñas y adolescentes a una educación de calidad es un aspecto fundamental para el desarrollo de cada país. En México, se han alcanzado importantes logros en las últimas décadas. La cobertura en educación primaria en México ha llegado a ser casi universal, lo que representa un indudable logro de la política pública nacional en los últimos años. Este resultado ha sido también posible gracias a importantes avances en la producción de datos del sistema educativo, tanto a través de la implementación anual de la prueba ENLACE, que ha llevado a la disponibilidad de un sistema de medición y diagnóstico general sobre el desempeño escolar a lo largo del tiempo, como a través de la información generada por el Sistema Nacional de Información Educativa.
No obstante los importantes avances, aún persisten retos importantes en la educación. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2007 señala que todavía hay un número importante de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años que no asisten a la escuela (cerca de 1.7 millones de niños y 1.4 millones de niñas). Se estima que de la población de seis a once años, a nivel nacional, aún no asiste a la escuela entre 1 y 2% por motivos de trabajo agrícola o debido a impedimentos físicos.
La realidad de fuertes disparidades y exclusión social del país se refleja todavía en niveles desiguales de cobertura en educación primaria, con brechas importantes en el nivel preescolar y fundamentalmente en la secundaria y en la media superior, donde una proporción significativa de los sectores pobres o más vulnerables no accede y muchos de los que ingresan no pueden concluir. Asimismo, existe desigualdad en la oferta del servicio que se brinda en las diferentes entidades federativas, en zonas rurales y urbanas, así como en escuelas privadas, públicas y al interior de estas últimas: escuelas generales, indígenas, educación comunitaria y educación para migrantes.
El reto de lograr una educación inclusiva y de calidad supone también la consideración de aquellos factores que tienen que ver con la creación de un clima de tolerancia y respeto en el ámbito escolar; el combate a todo tipo de discriminación; el establecimiento de canales de participación, sobre todo para los adolescentes, así como de mecanismos efectivos de participación de los niños, niñas y adolescentes en las cuestiones escolares que les afectan. Este reto se relaciona directamente con la construcción de una articulación más fluida entre todos los actores de la comunidad educativa, particularmente acercando a los padres de familia a la escuela en un necesario proceso de fortalecimiento democrático de la educación.

UNICEF apoya a las instituciones gubernamentales y de la sociedad civil para crear condiciones que permitan asegurar una educación incluyente y de calidad para todos los niños, niñas y adolescentes, especialmente los más vulnerables y/o excluidos. En este sentido, UNICEF centra sus esfuerzos en la inclusión educativa; la participación de adolescentes y jóvenes en la educación; el fortalecimiento de la educación intercultural y bilingüe para la niñez y adolescencia indígena; y la preparación en emergencias y manejo de riesgos en las escuelas.

"Educación." UNICEF Mexico. Web. 3 Mar. 2011. <http://www.unicef.org/mexico/spanish/educacion.html>.

Wednesday, March 2, 2011

Estructura y Organización del Sistema Educativo

Educación preescolar:
La educación preescolar atiende a niños de tres, cuatro y cinco años de edad. Se imparte generalmente en tres grados. Este nivel educativo no es obligatorio y para matricularse en el segundo o tercer grados no es condición haber cursado los anteriores; tampoco es requisito para ingresar a la primaria.
Sin embargo, la política educativa del gobierno busca que la mayor parte de los niños que se incorporen a la primaria hayan cursado por lo menos un grado de preescolar, puesto que ello generalmente se traduce en un mejor desempeño de los alumnos en años posteriores. En la actualidad, ocho de cada 10 niños de cinco años reciben instrucción preescolar, y alrededor de 10 % de los menores de esa edad se encuentra inscrito en el primer grado de primaria.
Educación primaria:
La educación primaria es obligatoria y se imparte a niños de seis a 14 años de edad en seis grados. La primaria se ofrece en diversas modalidades: general, bilingüe-bicultural, cursos comunitarios y educación para adultos. En cualquiera de sus modalidades, la educación primaria es previa e indispensable para cursar la educación secundaria.
Educación Secundaria:
La educación secundaria es obligatoria desde 1993 y se imparte en los siguientes servicios: general, para trabajadores, telesecundaria, técnica y para adultos; se proporciona en tres años a la población de 12 a 16 años de edad que haya concluido la educación primaria. Las personas mayores de 16 años pueden estudiar en la secundaria para trabajadores o en la modalidad para adultos. Este nivel es propedéutico, es decir, necesario para iniciar estudios medios profesionales o medios superiores.
Educación para adultos:
La educación para adultos se dirige a la población mayor de 15 años que por diversas razones no terminó o no cursó la educación básica en la edad escolar reglamentaria. Comprende los niveles de alfabetización, primaria, secundaria y cursos no formales para el trabajo y es proporcionada principalmente por el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA). Las personas que se incorporan a estos servicios y concluyen su enseñanza básica tienen la posibilidad de continuar con estudios de bachillerato y superiores.


Educación Media Superior:
(Incluye bachillerato general y tecnológico y educación profesional media).
El sistema de educación media superior está conformado por tres modalidades: el bachillerato general, el bachillerato tecnológico y la educación profesional técnica. Cada una de ellas se configura de manera diferente, en función de los objetivos que persigue, la organización escolar, el currículo y la preparación general de los estudiantes.
Para ingresar a la educación media superior es indispensable contar con el certificado de secundaria; además, la mayoría de las escuelas -privadas y públicas- exige la presentación de un examen de admisión.
Educación Superior:
(Incluye posgrado, no incluye educación normal).
La educación superior es posterior al bachillerato o su equivalente y puede ser universitaria, tecnológica o normal. La mayor parte de las universidades públicas son autónomas de los gobiernos federal y estatales.
El objetivo principal de la educación superior es formar profesionales capaces en las diversas áreas de la ciencia, la tecnología, la cultura y la docencia que impulsen el progreso integral de la nación.
Como parte del tipo superior, cabe destacar la formación de maestros o educación normal. Las escuelas normales ofrecen las licenciaturas en educación preescolar, primaria, secundaria, así como educación especial y educación física, y diversas opciones de posgrado.


            "Sistema Educativo Mexicano." Apuntes, Trabajos, Exámenes, Prácticas Y Otros Documentos. Web. 02 Mar. 2011. <http://html.rincondelvago.com/sistema-educativo-mexicano.html>.